Cinco sentidos II (Políptico) / Five senses II (Poliptych)

Two Faces Of Eve

Lisandra Isabel García

Art is everywhere, goes a rather questionable saying. In reality, for there to be art, there must be a disposition: it is not that art is nature. A nude can be art, but it depends on the look. In other words, the angle, the nuances, the ineffable poetry... the rituals of creation. Lisandra Isabel García appropriates iconic representations of the female nude (canons associated with classical or Renaissance beauty) and updates them in a discourse that bridges latent dynamics on the socialization of artistic production. References of universal art are inserted in a minimalist recreation of female bodies in underwear. As if paintings of yesteryear adorned those garments. But it is not a mere decorative vocation. Several dualities are established here: history and contemporaneity, reality and imagination, unique work and serialization... And also, with great delicacy, polemics about the representation of the female body are alluded to. With skill and fine sensitivity Lisandra Isabel García defends the usefulness of beauty, its necessity. In times of an overwhelming technological race, she is committed to an intimate relationship with art, which can constitute a haven in the midst of so many turbulences. - - - El arte está en todas partes, dice un adagio bastante cuestionable. En realidad para que haya arte tiene que haber una disposición: no es que el arte sea naturaleza. Un desnudo puede ser arte, pero depende de la mirada. O sea, el ángulo, los matices, la inefable poesía... los rituales de la creación. Lisandra Isabel García se apropia de representaciones icónicas del desnudo femenino (cánones asociados a una belleza clásica o renacentista) y las actualiza en un discurso que tiende puentes a dinámicas latentes sobre la socialización de la producción artística. En una recreación minimalista de cuerpos femeninos en ropa interior se insertan referentes del arte universal. Como si pinturas de antaño adornaran esas prendas. Pero no se trata de mera vocación decorativa. Aquí se establecen varias dualidades: historia y contemporaneidad, realidad e imaginación, obra única y serialización... Y también, con mucha delicadeza, se aluden a polémicas sobre la representación del cuerpo femenino. Con oficio y fina sensibilidad Lisandra Isabel García defiende la utilidad de la belleza, su necesidad. En tiempos de apabullante carrera tecnológica, apuesta por una relación íntima con el arte, que puede constituir un remanso en medio de tantas turbulencias.